Is 49; Dan 3
Las promesas de Dios son para alguien. Cuando yo leo la Biblia, le pido al Espíritu Santo que su palabra me pueda ministrar, que pueda ser útil para transformar mi vida, pero con frecuencia me encuentro con pasajes donde claramente el Señor le habla a su pueblo Israel, a su Rey o a su profeta, entonces racionalizo la situación: Cómo pretendo que el Señor me hable a mí, si la Biblia no fué escrita para mí sino para el pueblo elegido de Dios y para su gente elegida. ¿Por qué le pido al Señor que me hable a mí?
Israel es luz de las naciones, es el pueblo que Dios escogió, pero hay un pueblo, hay un rebaño al que Jesús se refirió que también es heredero y escogido:
"También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor." Juan 10:16
Y aún escogido y heredero sobre un mejor pacto:
"Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas." Hebreos 8:6
"Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa." Galatas 3:29
Así que el Señor SI me está hablando a mí! puesto que yo he creído en Jesucristo y le he seguido, estoy en su pacto.
Pero son tan grandes sus promesas que para ser franco, no me caben en la cabeza. Sin embargo, es un mandato de Dios que ensanche mi territorio para comprender y hacer notorias las riquezas de su gloria.
Aquí hay algunas de las que el Señor me da:
- Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.
- Puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano, me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba.
- Mi siervo eres tú, porque en tí me gloriaré.
- Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.
¿Aterrador no? Sin duda está hablándole a su Hijo Jesucristo, mi Señor, sin embargo, sé que también me habla a mí, porque Jesús dijo:
"Vosotros sois la luz del mundo" Mateo 5:14.
- Así ha dicho Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de las naciones, al siervo de los tiranos: Verán reyes, y se levantarán príncipes, y adorarán por Jehová,; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió.
- En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades;
¿Quién si no Jesús? Y yo soy el cuerpo de Cristo.
Y he aquí promesas para mi ciudad:
- He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones, y a los pueblos levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros.
- Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí.
Promesas de liberación para ti, si sientes que eres cautivos. Si sientes que no puedes con tu vida, Si te sientes atado, envuelto en un vicio, una compulsión, una manía o un deseo incontrolable que gobierna tu vida; si te sientes enjaulado en la pobreza, la miseria o la escasez; en la enfermedad o la depresión-.
- ¿Será quitado el botín del valiente? ¿Será rescatado el cautivo de un tirano? Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos.
O si sientes tu vida solitaria, si eres huérfano, abandonado, desplazado.
- ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.
Y conocerá todo hombre que yo Jehová soy Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.
¿Puedo creer esto? Es verdad! Todo esto tiene cumplimiento en Cristo para el que está en Cristo. Yo estoy en Cristo, tengo parte en estas promesas de mi Dios ¿Estas tu en Cristo?
No se como, Señor, la verdad no veo como pero mi causa está delante de ti, y mi recompensa contigo.
Pues para que veas la verdad, mira cómo lo hice con Sadrac, Mesac y Abed-Nego, mis siervos que esperaron en mí. ¿No podré hacer lo mismo contigo?
Estas promesas no son sólo para Israel, no son sólo para mí, también son para ti, que estás bajo el Pacto de Cristo.
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